El mercado laboral es una jungla hoy en día, y en la ley animal acaba ganando el más fuerte. En la nuestra; el que está mejor cualificado (en la mayoría de los casos). ¿Esto qué quiere decir? ¿Solo necesito tener estudios? ¿Si no tengo estudios jamás encontraré un trabajo? De ninguna manera; si tienes una buena formación no será suficiente y si no la tienes no es imprescindible para encontrar trabajo.

Lo que queremos que quede claro es que en vuestros currículums, vuestras entrevistas de trabajo, vuestras cartas de presentación, etcétera, siempre tendrá que haber un apartado con vuestras habilidades personales y laborales. Es decir, cabe que ...

destaquemos qué sabemos hacer, qué habilidades tenemos que puedan ser explotadas positivamente en el ambiente laboral.

Antes de ponernos a escribir es mejor que revisemos cuáles son las habilidades que más interesan a las empresas para que, si las tenemos, las podamos incluir en vuestras solicitudes. En caso de que no las tengamos, ¡manos a la obra para conseguirlas!

  • Trabajo en equipo

Cada vez más las empresas trabajan con el concepto “equipo” y entienden la compañía como un grupo de profesionales que se ayudan entre sí, que intercambian conocimiento y trabajan de forma interdepertamentaria; eso es, entre departamentos. En cada equipo debe haber buena comunicación y flexibilidad con los campañeros, sus ritmos e ideas. Para trabajar bien en equipo hay que saber escuchar, proponer nuevas ideas, respetar las formas de los demás compañeros y trabajar pensando todo el rato que no estás solo, sino que formas parte de algo más grande, un equipo.

  • Flexibilidad y adaptabilidad:

Los empresarios quieren trabajadores que sepan adaptarse a nuevos entornos fácilmente, que estén motivados con los retos nuevos y no tengan miedo a probar de hacer cosas innovadoras. Este perfil de empleados es muy buscado por su alta funcionalidad en diversos departamentos y funciones de las empresas.

  • Creatividad e innovación:

Las ideas es lo que mueve el mundo y, sobretodo, el mundo empresarial. Si tienes buenas ideas, formas efectivas de resolver situaciones complicadas, soluciones originales o propuestas innovadoras, ¡no te las calles! Es más, no dudes en ponerlo en tu currículum o carta de presentación. Si en la entrevista personal puedes poner algún ejemplo de alguna idea creativa que has tenido con anterioridad, los dejarás impresionados.

  • Resistencia a la presión y resolutividad:

Los trabajos a contrarreloj o con una alta responsabilidad exigen trabajadores que estén a la altura de tal presión. Si consigues soportar la tensión y acabar tu trabajo a tiempo, no bloquearte cuando hay un problema o mantener la calma cuando hay alguna situación difícil. ¡Enhorabuena! Eres muy resistente a la presión y tus futuros jefes/as deberían saberlo desde ya, que no se te olvide ponerlo en tu solicitud de empleo.

  • Control tecnológico:  

Estar al día de las nuevas redes sociales, tener un conocimiento de los programas más usados en la industria o el sector es imprescindible para muchos tipos de empleo. Si controlas de informática o tienes una formación superior en algún programa relevante para el puesto...¡Añádelo al currículum!

  • Idiomas:

Tener un amplio conocimiento de tu lengua propia es imprescindible, tanto oral como escrito. Ahora bien, los perfiles que tienen alto dominio del inglés, el francés, el italiano… ¡Esos sí que están buscados! Si ves que se te dan bien las lenguas y no tienes ningún título o puedes demostrarlo con alguna prueba, no tardes en buscar algún certificado. Si no tienes ninguna lengua además de la tuya y un poco de tiempo libre, empléalo en aumentar tu nivel de inglés o cualquier otra lengua, te será muy útil en tu siguiente empleo, ¡sin duda!

 

¿Cuáles son vuestras aptitudes? ¡Compartidlas con nosotros en la caja de comentarios!